Posverdad y culto a la personalidad

Por Antonio Calatayud

Los homenajes al dictador Fidel Castro en la prensa oficial cubana se basan en la construcción de posverdades y el culto a la personalidad. En su reciente edición del 9 de agosto , el diario oficial Granma publicó dos artículos sobre la figura del dictador Fidel Castro.

En sendos artículos de los intelectuales Guillermo Vilar Álvarez y Amador Hernández estos abrazaron la posverdad y el culto a la personalidad, dos rasgos habituales de las publicaciones en los medios de difusión masivos controlados por el Partido Comunista de Cuba (PCC).

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la “posverdad” o “mentira emotiva” es un neologismo que implica la distorsión deliberada de una realidad en la que priman las emociones y las creencias personales frente a los hechos objetivos, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales.

En los medios de difusión pública secuestrados por el dictador Fidel Castro y luego por el PCC, los contenidos rara vez coinciden con la realidad. Son medios que publicitan propaganda y ocultan la realidad nacional e internacional. Por su parte, el culto a la personalidad eleva a dimensiones casi religiosas o sagradas la figuras de líderes carismáticos en la sociedad o la política.

En los regímenes totalitarios es a menudo una forma de culto a la persona del líder supremo. Ambas posiciones ocultan la evaluación de los funcionarios públicos. El dictador Fidel Castro estuvo en la máxima dirección del país durante 52 años; sin embargo, no existe evaluación en los medios oficiales cubanos sobre sus acciones como funcionario público, como presidente del país, ni de las innumerables decisiones económicas y políticas que a su muerte dejaron el país en ruinas y sin derechos.

Amador Hernández ensalza las virtudes de “organizador” de Fidel Castro, “el coraje”, “el conocimiento profundo de la historia nacional e internacional”, “el conocimiento de todas las filosofías”; sin embargo, no puede mostrar un solo éxito de las políticas que impuso Fidel Castro mientras ejerció el poder. Este intelectual considera al dictador un “pensador” y un “guerrero”.

Por su parte, Guillermo Vilar Álvarez continúa las alabanzas a las supuestas virtudes de la personalidad de Fidel Castro. De él dice: “Habla con el pueblo”, “es profundamente humanista” y constituye “una extraordinaria personalidad de nuestro tiempo”. En otras palabras, ambos intelectuales cantan loas a la personalidad del dictador.

Pero una evaluación de su labor como funcionario público arrojaría todo lo contrario:

  • Encabezó un proyecto de ingeniería social para crear “un hombre nuevo” con adoctrinamiento masivo de las nuevas generaciones en escuelas permanentes en el campo:
  • Dirigió la estatización de las tierras agrícolas (lo que las hizo improductivas). -Impulsó planes de ganado vacuno que se convirtieron en el fracaso actual de la ganadería, pero que tuvieron hasta una vaca “milagrosa”.
  • Impulsó planes de riego microjet aéreo para la producción de plátanos que provocaron la pérdida de plantaciones completas. -Orientó la creación del “Cordón de La Habana”, plan de siembra de café en la periferia de la ciudad, a pesar de que los campesinos le advirtieron que esas tierras no servían para el cultivo de café.
  • Encabezó la Zafra de los Diez Millones, hasta su fracaso.
  • Encabezó una campaña internacional para no pagar la deuda externa, que endeudó más al país.
  • Mandó a desmantelar la mayoría de los centrales azucareros en los años 90 del siglo pasado, lo que hace hoy al país tener zafras equivalentes a las del siglo XIX.
  • Copió hasta el suspiro el sistema político y económico del estalinismo soviético a partir de 1976.
  • Dirigió la llamada “Batalla de Ideas”, en la cual aceptó el desvío de recursos y logística para hacer en cada municipio, cada fin de semana, actos de “reafirmación revolucionaria” (propaganda de barricada), en plena crisis estructural de los años 90 y en plena hambruna nacional.
  • Eliminó la posibilidad de elegir a los representantes políticos en Cuba durante 17 años, y luego permitió el fraude a través de Comisiones Permanentes de Candidatura. Nunca desde 1959 se sometió a la aprobación electoral del pueblo cubano.
  • Prohibió desde febrero de 1959 todos los derechos civiles y políticos que continúan criminalizados hasta la actualidad.

Mientras, seguirán los homenajes en la prensa oficial cubana desde la construcción de posverdades y el culto a la personalidad, un rasgo de oscurantismo propio de las dictaduras totalitarias sin libertad de expresión ni de prensa.

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